Las calles Avellaneda, Vieytes, Santiago del Estero y Pichincha marcaban los límites del manzano para trazar la cancha, que mediría en principio 100 metros de largo por 70 de ancho.-
Sobre esas marcas se colocaron los arcos, se delimitaron las marcas reglamentarias, un pequeño galpón, todo enmarcado por tres hilos de alambre de acero.-
Lo que era un campo lleno de malezas y desniveles, en una tarea diaria sobrellevada por una decena de dirigentes y un centenar de aficionados, concentraron la atención para paliar la mala situación coyuntural, contando con la ayuda inestimable de la Intendencia del Escribano Angel Viqueira.-
Había que poner en orden la casa, la labor requería, tiempo, paciencia y mucho esfuerzo por aquellos que tenían a su cargo la conducción del Club, quienes mostraron una gran confianza en sus fuerzas y una gran determinación para concretar los objetivos que se plantearon, apareciendo ese espíritu "argentinista", una auténtica marca registrada de la Institución, a través de un historial de 107 años de vida.-
Aquel 12 de octubre de 1959, conjuntamente con el festejo N* 49 y en el comienzo del año de las Bodas de Oro, quedaba inaugurado el campo de juego, que con el correr del tiempo sería conocido por "El Gasómetro".-
Se registró una auténtica y conmovedora jornada, con la marcha del deporte a cargo de la Banda Municipal desfilaron los equipos que habían protagonizado un torneo juvenil, hasta 19 años, el local, Central, Defensores de Belgrano, River Plate, Talleres y Defensores de San Marcos.-
Izamiento de nuestra enseña patria, a cargo del Intendente Angel Viqueira y el Presidente de la Liga, Pedro Alfredo Ribero, el Himno Nacional y el puntapié inicial, a cargo de dos dirigentes protagonistas de jornadas inolvidables, los Señores Alfredo Lora y Bautista Maggiora.-
La finalísima la protagonizaron Talleres y Defensores de Belgrano, con el triunfo de los del bosque por 3 a 1.-
El 11 de mayo de 2008, se realizó una reinauguración con varias mejoras edilicias, donde el predio recibió el nombre de Faustino S. Molina, el que hizo realidad la genialidad de crear la segunda institución deportiva en la Ciudad, un verdadero mentor y hacedor, que impulsó fervientemente la propuesta de cimentar un nuevo Club.-
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