jueves, 5 de enero de 2017

LUTO EN EL FÚTBOL: MURIÓ EL "LULO" CAPARRÓS por JUAN CARLOS LICARI



                  Fué un notable defensor central de los años "40 al 60", referente ineludible del Talleres bellvillense, erigiéndose en valor preponderante de tres logros oficiales que hicieron historia en el genuino representante del bosque bellvillense.-
            Dotado de una personalidad carismática, con dotes de conductor, influyente de gran peso en los equipos que integró, exibía una especial perspicacia para liderar planteles, era respetuoso y por su don de mando era respetado, agregado a sus antecedentes y condiciones innegables.-
            Recio marcador, carecía de técnica, pero le sobraba temperamento, una fervorosa entrega, expeditivo, cumpliendo en la última línea la función definitoria
ante situaciones comprometidas.-
            Con sus 192 cm. era impasable en el juego aéreo, integró seleccionados rutilantes de nuestra Liga, jugó en equipos de Morrison y Noetinger, pero siempre
estuvo ligado a su Talleres, viviendo a pleno sus vaivenes en la faz deportiva como en lo institucional.-
            En las temporadas 1948 y 1949, Talleres conformó un equipo ganador, campeón oficial en los dos torneos, díficil de superar por su fortaleza defensiva y
una coordinación letal en el contrataque, "EL LULO LO DEFINÍA SUMAMENTE UTILITARIO, DONDE LOS CAPARRÓS DOMINABAN LA SITUACIÓN: JOSÉ GILBERTO "EL BOCHA" ERA EL ARQUERO, JUAN ANDRÉS "EL LULO" EL FULBACK DERECHO, MIENTRAS "EL ANTONIO" MARCABA EL SECTOR IZQUIERDO, ATRÁS DEL ARCO
NUESTRO PADRE, UN "INSOPORTABLE" HINCHA.-
           Habían transcurrido 11 años de aquella alegría de campeonar, a punto de
"colgar los botines", el equipo Juvenil Tallerista, hasta 19 años, fué el campeón en la temporada 1959, le solicitan reforzar el plantel para el Oficial de 1960, así junto
al "PEPÓN" ENRIQUE MARGARIT y "EL INEFABLE "MOSTAZA" VALENTÍN, inyectan la experiencia necesaria y ayudan al logro máximo de la temporada, retirándose con el orgulloso título ganador.-
          Era muy estimado y admirado del aficionado tallerista, pese a los años

transcurridos nunca fué olvidado, mientras mantenía eufórico un dicho EXTREMEDAMENTE PERSONAL:"DECIR CAPARRÓS ES DECIR TALLERES".-

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