lunes, 26 de marzo de 2012

LOS 89 AÑOS DEL CLUB A. Y B. RIVER PLATE


El 25 de marzo de 1923, un grupo de jóvenes decidieron crear un nuevo club, para canalizar la incontenible pasión popular que provocaba el Fútbol. Los impulsaba ese espíritu de jugar, acorde con el romanticismo de la época, desprovisto de mezquindades protágonicas. Sólo les importaba cultivar el fútbol por el fútbol mismo. Sostenían izado el orgullo en la geografía de nuestra naciente Ciudad, abarcando la zona sur, en los torneos barriales que se disputaban los domingos y feriados con una masiva y efervorizada juventud.-
        En la esquina de Mitre y Libertad, la tradicional "almacén del barrio" se constituía el lugar emblemático de las reuniones, donde el rumor resbaló casa por casa, para que día a día comenzaran a adosarse los vecinos e ir rubricando todo lo que venían modelando: hacer un club de fútbol.-
        En ese fogón de los pioneros, en el trayecto hacia la conformación de la primera comisión, restaban dos decisiones liminares, la elección del presidente y el nombre del club. Para presidirlo la elección fué unánime: el propietario del almacén don Juan Marcantonio marcaría el camino y comenzaría a sembrar la semilla de la tradicional entidad bellvillense.-
         El nombre y de acuerdo a la modalidad de la época, trajo aparejado discusiones de alto tono, transformando un camino espinoso e inesperado, ante posturas irreconciliables que tuvieron varios días en vilo el futuro a seguir. Los códigos de honor de la época eran incontrastables, el pleito radicaba en la postura de dos grupos, el que proponía llamarlo Boca Juniors y el otro River Plate, ambos conformados por jóvenes identificados con los dos clubes más grandes de Argentina.-
         Pasaban los días y la incertidumbre se asentuaba, hasta que el flamante Presidente luego de bucear a los principales mandamás de los grupos antagónicos y no encontrando salida alguna, citó a todos y algunos vecinos, para manifestarle que había encontrado la solución para dirimir el pleito de raíz: tomó su gorra, colocó dos papelitos con los nombres de Boca y River, invitó al personaje-vecino de mayor edad y dijo: el que sale primero llevará el nombre del Club y la camiseta será la del que queda en la misma,.
         Se había encontrado la solución a un laberinto complicado, fué la química perfecta para dos grupos que exibían una pasión encendida e incondicional para las dos divisas mayoritarias del país futbolístico. El sueño de aquellos jóvenes laboriosos y sufridos ya era una realidad tangible. El River Plate con la camiseta de Boca Juniors trascendió primero en el barrio, luego en la Ciudad, posteriormente en la Provincia y el País, hoy cumpliendo nueve décadas de existencia, se filtró en cada rincón del mundo, motorizados por esa incongruencia juvenil y exibiendo una mixtura de gloria y romanticismo.-
INFORMEJUAN CARLOS LICARI

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