miércoles, 26 de enero de 2011

MANUEL GARCÍA (el cocodrilo)

   De repente, como si la prebenda sólo fuese arma de los elegidos, se refugió en la síntesis de su sobrenombre, mitad directamente "EL COCO", la otra mitad hacía referencia a ese voraz reptil de las regiones intertropicales, "EL COCODRILO".-
   Archivó de esa manera su libreta de enrolamiento y desde el comienzo de la década del 40, su aparición fué fulgurante, proveniente de los rojos del CENTRAL y del BARRIO ESTACIÓN, que comenzaron a nombrarlo por los citados apelativos.-
   En el puesto que se denominaba "insider derecho", hoy luciría la "8" y sería el carrilero por la franja derecha del campo de juego, era un verdadero conductor, el estratega, el que movía los hilos de la ofensiva, el que abría y cerraba el abanico de la delantera, EL INGENIERO MAYOR EN "SU CENTRAL", "LOS SELECCIONADOS" DE LA LIGA BELLVILLENSE Y EL BELL.-
   Tenía un concepto de "jugar en equipo" que lo llevaba a tirarse atrás, a "engancharse" con el que salía del fondo para llenar la mitad de la cancha, levantaba la cabeza y el pelotazo exacto para cualquier delantero sin marca.-
   Durante dos décadas, fué insustiuible y dueño absoluto de la "8", donde tuvo de compañeros a figuras memorables, con campañas que prestigiaron a nuestro deporte, manteniendo siempre su fidelidad al fútbol bien jugado, manteniendo su estilo, su forma de ser y de sentirlo.-
   La gran virtud en su exitosa carrera, se basó en el rápido entendimiento con los compañeros ocasionales, que hablaban el mismo idioma, sintonizaban la misma onda y porque todo lo hacía fácil, directo, con la simpleza y sencillez de los que saben, siendo factor importante de una generación brillante.-
   Era admirado por su despliegue, sin egoísmos, sin renunciamientos, al que le agregaba talento, concepción del juego, una panorámica única de la cancha, poseedor de una singular personalidad.-
   En el centro de cualquier cancha, quedará flotando para siempre la imagen del símbolo de la prodigalidad, gritando, ordenando, librando memorables duelos contra marcas "pegagosas y mal intencionadas".-
   También debemos hacer mención a los memorables duelos, en aquella campaña del SELECCIONADO en el año 1948, donde derrochando el lujoso fútbol de siempre, hubo que agregarle coraje y hombría para llegar a la final del TORNEO ARGENTINO PROVINCIAL, frente al poderoso CÓRDOBA.-
    La hora del adiós fué durísima, ÉL QUE NUNCA DEFRAUDÓ, QUE JAMÁS SE PERMITIÓ UNA AFLOJADA, QUE USÓ LA CABEZA, POR AFUERA Y POR ADENTRÓ, COMPRENDIÓ QUE NO PODÍA SEGUIR LUCHANDO CONTRA LOS RECUERDOS DE TODO LO QUE FUE Y TODO LO QUE GANÓ, PESABAN MUCHO, ACEPTANDO LA RETIRADA CON 44 AÑOS A CUESTA.-
   Ya retirado, fué un duro crítico del fútbol defensivo, mezquino y sin ideas, alabando aquellos que intentaban jugar hacia adelante y con pelota al pie, enarbolando hasta sus últimos días, la bandera de la antidemagogia.-

TREMENDO ACCIDENTE PARA DEMOSTRAR UNA VOLUNTAD DE HIERRO:

                                            Trabajaba en un lavadero de autos, a punto de cumplir los veinte años, cuando un precario elevador con uno de aquellos pesados vehículos de entonces, sufrió un desperfecto y se desmoronó sobre sus dos pies.-
                                             En la tradicional revista deportiva de la década del 40,"CESPED", hacía la presente referencia:..."SENTÍ UN GRAN DOLOR, HASTA QUE ME DESVANECÍ, NO TENÍA CONCIENCIA DE TODO LO SUCEDIDO, ME DESPERTÉ EN NUESTRO HOSPITAL, TODAVÍA NO ME HABÍA DADO CUENTA DE LA GRAVEDAD DEL ACCIDENTE. EL CUERPO MÉDICO QUE COMANDABA EL DR. MANTEGAZZA, ME EXPLICARON DETALLADAMENTE LO SUCEDIDO. ANTE LA PREGUNTA DE QUE SI VOLVERÍA A JUGAR, LA OPINIÓN DE TODOS, FUÉ UNÁNIME: "SI, PERO SI TOMAS EN SERIO NUESTRAS INDICACIONES". DURANTE TRES MESES EL DOLOR ERA INTENSO, PERO EL TRABAJO DIARIO RECOMPONÍAN DIA A DÍA LOS EXTREMOS ÓSEOS FRACTURADOS. LLEGÓ EL TIEMPO DEL YESO, PARA LA INMOVILIZACIÓN Y LA CONTENCIÓN. NO HIZO FALTA COLOCAR ALGUNA PLACA METÁLICA O ALGÚN "CLAVO", POR LO QUE LA RESTITUCIÓN FUNCIONAL COMENZÓ A FUNCIONAR. EL CALLO ÓSEO QUE SE FORMÓ, ELEVÓ DE SOBREMANERA "LOS EMPEINES". A LOS 14 MESES COMENZÓ A CAMINAR Y LA EVOLUCIÓN FUÉ NOTABLE. EXACTAMENTE A LOS 16 MESES DEL ACCIDENTE, VOLVIÓ A PISAR LA CANCHA. A PARTIR DE ALLÍ, SIEMPRE JUGÓ CON ZAPATILLAS, AQUELLAS CON SUELA DE GOMA, COLOR BLANCAS Y QUE NO FUERON OBSTÁCULOS, PARA LLEGAR A JUGAR AL MÁS ALTO NIVEL DEL FÚTBOL DE AQUELLOS TIEMPOS. HASTA EL FÍN DE MI EXISTENCIA, AGRADECERÉ A LOS MÉDICOS, ENFERMEROS, DIRECTIVOS DEL HOSPITAL, AL CLUB A. CENTRAL Y LOS AMIGOS DE SIEMPRE.-
 
INFO JUAN CARLOS LICARI

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